Ocho fueron los títulos presentados anoche, 24 de octubre de 2012, que durante más de dos horas mostraron la creatividad de los cortometrajistas españoles a un público entregado en La noche del corto español.
La noche empezó con Hamaiketakoa, el nuevo trabajo del director Telmo Esnal, un corto cómico sobre la incomunicación. Tras él se proyectó Hotel Amenities, de Julia Guillén, que nos habla sobre las inseguridades de las parejas y la fidelidad.
Llegó el turno para Lucas, de Álex Montoya, un trabajo que analiza los peligros de las nuevas tecnologías en manos de los menores. Le siguió Luisa no está en casa, de Celia Rico, un análisis del día a día y la libertad de las personas mayores.
El quinto cortometraje fue La media vuelta, un proyecto de Fernando Franco sobre la autoridad y la permisividad entre los miembros de una relación, quien señaló “da gusto ver una sala de cine llena tal y como están las cosas”.
A new way of life, de Mikel Mas, fue la sexta proyección, un retrato de la crisis económica en Cataluña. El director comentó que, “el cine es un lugar de reunión entre todos los pueblos y las culturas: el lenguaje del cine es un lenguaje universal”.
La sesión continuó con Rifirrafe, de Álex Brendemühl, el único cortometraje mudo de la noche; y para finalizar Sunset day, de Josep Antonio Durán, una historia de ciencia-ficción con numerosos efectos especiales.
Cortometrajes para todos los gustos, que los directores presentaron al inicio de las proyecciones. Todos coincidieron en el honor que supone participar en la Seminci.
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