Manel Raga comenzó la posproducción del cortometraje La gallina, una adaptación del cuento La Gallina, de Mercè Rodoreda, que nació durante el Master en Dirección Cinematográfica de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña).
La cinta nos habla de un niño que deja de ser niño, una madre que se va para siempre y un padre que nunca deja de poseerla, más allá de la vida. La Gallina es un deseo que persiste en el tiempo, es una rutina devastadora que enferma hasta convertirse en muerte, es una historia explicada como si el niño soñase por última vez.
El proyecto nace del riesgo y de la ambición de rodar en los lugares más inhóspitos, de marcar el drama del cuento sobre la piel del paisaje, de acercarnos al máximo al ambiente de desolación y violencia que desprende la historia.
Es también esa ambición y una buena dosis de mala suerte lo que ha convertido este cortometraje en una tragedia nacida en el seno de un rodaje trágico, en el medio natural dels Ports, entre viento, frío, niebla, tormentas y todas las inclemencias climatológicas que se puedan llegar a invocar en 10 días.
Según el director, el guión, más que ser una adaptación rigurosa, toma el cuento La Gallina de Mercè Rodoreda como una referencia sensorial, como un estado de ánimo donde agarrarse. El cortometraje es una inmersión a la simbología devastadora del cuento, es una adaptación que, aunque conserva las acciones principales de la historia, se interesa sobre todo en la alta capacidad de sugestión de su lenguaje. Se trata de crear un universo poético propio, con un lenguaje visual propio, situado al límite entre soñar y estar despierto, que sea capaz de enmarcar una tragedia que, a menudo, va más allá de la realidad.
La cinta es un drama rural, tiene duración de 16 minutos, es en blanco y negro, y tiene versión original en catalán. En el reparto, Arnau Gallén, Sílvia Sabaté, Joaquín Ortega.
Más informaciones en: http://www.verkami.com/projects/4010-la-gallina
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