martes, 5 de noviembre de 2013

Ricardo Darín y Belén Rueda aterrizan en la taquilla española con “Séptimo”


Este viernes llega a los cines españoles “Séptimo”, un thriller protagonizado por Ricardo Darín y Belén Rueda, avalado por su enorme éxito en Argentina, y que es, en palabras de la actriz, "una historia muy cotidiana que se convierte en un infierno para una pareja".


En la trama, como cada día, Sebastián (Ricardo Darín) recoge a sus hijos, Luna y Luca, en el piso de Delia (Belén Rueda), su exmujer. Como siempre, ellos juegan a "ver quién llega antes": ellos bajan por las escaleras, él en el ascensor, un juego que a Delia no le gusta. Pero cuando un día Sebastián llega primero a la planta baja, los niños no están.


Los niños no están en ningún sitio y el miedo empieza a aflorar cuando una llamada telefónica los catapulta al horror: un secuestrador pone precio para la liberación de sus hijos. Sebastián tendrá que asumir la fragilidad de su mundo y decidir hasta dónde está dispuesto a llegar para recuperarlo.


En rueda de prensa este martes, Darín ha señalado que "todos estamos golpeados" por ese tipo de sucesos de la realidad, al tiempo que ha explicado que la historia no es solo la de la "desesperación de dos personas con respecto a sus hijos, sino la desesperación de un matrimonio en crisis que se desespera por distintos motivos".


"El proyecto me entusiasmó desde el principio. Me ofrecía la oportunidad de hacer un trabajo distinto, recrear la historia de un señor que enloquece a lo largo de unas horas en un mismo día, tras la situación desesperada de la desaparición de sus hijos. Y me comprometí emocional y físicamente", ha recalcado el intérprete.


En esta línea, Rueda ha subrayado que el reto fue "interpretar a una madre que ante la desaparición de sus hijos tiene un comportamiento que no sería el habitual del 90 por ciento de las mujeres". Porque según ha dicho, "es una madre que está en un segundo plano y muy contenida".


Sobre su tendencia al thriller, Rueda ha indicado que los actores no eligen las películas por el género, porque no quieren ser encasillados. Eso sí, ha puntualizado que "lo bueno de que te encasillen es que se están creyendo lo que estás haciendo", de tal manera que el público no es capaz de imaginar a determinados intérpretes cambiando de registro.


Por su parte, el director, Patxi Amezcua, ha señalado que le gusta que el espectador esté "en tensión e intrigado durante 90 minutos", por lo que quería escapar del "lado melodramático". Además, ha asegurado que le gusta que las historias tengan "final feliz para no dejar un sabor amargo".

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