El XV Festival de Cine de Málaga se ha inaugurado con la proyección de la película The Pelayos, dirigida por Eduard Cortés.
La cinta ha merecido una parte del público que compareció a la sesión nocturna dada en el Tearo Albéniz el sábado, 21 de abril: la pareja que se peleaba, gente con cubos inmensos de palomitas saltitantes y, para colmo, una señora que muy calmamente ha contestado a su teléfono móvil.
La cinta es comercialísima, presentando una superposición de escenas ya vistas en Ocean’s Elevens, Dick Tracy, Malibu e, incluso, en Singing in the Rain. Como si fuera poco, citaciones de mucho mal gusto de esas producciones televisivas que se llevan en la hora del marujeo. Ni parece que estamos delante de la pantalla grande y si de la tele aquella que se la ponen en la cocina.
Ni Daniel Brühl ni Lluis Homar, tampoco el intento de participación inclusiva de Huichi Chiu salvan a esa superproducción de su destino final: el consumo fast food de los espectadores a la Homer Simpson.
Quizás la excepción en medio a tamaña mediocridad sean la banda sonora y la actuación secundaria de Oriol Villa, que ya se pone en el listado de los presuntos ganadores en esa categoría.
Lástima que un festival de concepto tan elevado como es el de Málaga se dispusiera a acoger – y justo en su apertura – una peli que busca aprender (sin éxito) las lecciones del cine basura hollywoodiano.
A seguir, dejamoles el trailer:
A seguir, dejamoles el trailer:
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