El Festival Internacional de Cine de Venecia ultima los detalles de su programación que se podrá ver en la ciudad italiana desde el 28 de agosto al 7 de septiembre. Tres largometrajes españoles estarán presentes este año en la sección competitiva Orizzonti de la Mostra.
Orizzonti es un concurso internacional reservado para un máximo de 18 películas, dedicado a películas que representan las últimas tendencias estéticas y expresivas en el cine internacional, con especial atención a óperas primas, jóvenes talentos películas indie y menos conocidas. Así como trabajos que abordan géneros específicos y producción actual, con el objetivo de innovar y demostrar originalidad creativa.
Los tres títulos españoles en este apartado del certamen son “Zumiriki” de Oskar Alegria, la coproducción internacional “Blanco en blanco”, dirigido por Theo Court y el largometraje de Rodrigo Sorogoyen, “Madre”, que partió de un cortometraje homónimo.
“Madre” es el esperado largometraje de Rodrigo Sorogoyen, basado en el corto homónimo que este año ha competido por el Oscar de Hollywood. Se trata de una producción de Malvalanda, Caballo Films, Arcadia Motion Pictures y Amalur Pictures, con guión de Isabel Peña y el propio Sorogoyen, con fotografía de Álex de Pablo, música de Olivier Arson y montaje de Alberto del Campo. El reparto lo conforman Marta Nieto, Jules Porier, Alex Brendemuhl, Anne Consigny y Frederic Pierrot, mientras que Wanda Vision se encarga de la distribución en España. Con un presupuesto de 2,4 millones de euros, el filme de Sorogoyen recibió 960.000 euros en las ayudas generales del ICAA del año 2018.
Hace diez años que Elena recibió una llamada en la que Iván, su hijo de seis años, le decía que estaba perdido en una playa de Francia y que no encontraba a su padre. Fue lo último que supo de Iván. Ahora, Elena vive en esa playa, trabaja de encargada en un restaurante y está empezando a salir de ese oscuro túnel donde lleva anclada tanto tiempo. Todo se agita de nuevo cuando conoce a Jean, un adolescente francés que le recuerda mucho a su hijo perdido. Ambos comenzarán una relación que sembrará el caos y la desconfianza a su alrededor. Se proyectará el lunes 18 a las 17:00 horas en el Rectorado de la Universidad de Málaga. El corto de Sorogoyen en el que se basa el filme, de hecho ahora es la secuencia inicial del largometraje, se llevó el premio Goya en el año 2018, logró también el Forqué 2018, además de ser el gran triunfador en los premios Fugaz del pasado año y superó el centenar de premios nacionales e internacionales, aunque no pudo culminar su brillante trayectoria con el Oscar de Hollywood.
El segundo largometraje del cineasta hispano-chileno Théo Court, “Blanco en blanco”, participa también en la sección Horizontes de la 76ª edición de la Mostra de Venecia. El reparto está encabezado por el intérprete chileno Alfredo Castro, junto al actor alemán Lars Rudolph y la actriz española Lola Rubio. “Blanco en blanco” es una coproducción hispano-chilena entre El Viaje Films (España) y Don Quijote Films (Chile), que cuenta con la producción asociada de las compañías Filmkundschafter Filmproduktion (Alemania), Pomme Hurlante Films (Francia) y Blond Indian Films (Colombia).
El filme, que en su fase de desarrollo obtuvo el premio Work in Progress otorgado por Euroimages en el Festival de Les Arcs, ha contado además con el apoyo de MEDIA, ICAA -Ministerio de Cultura y Deporte, World Cinema Fund, Gobierno de Canarias y TEA (Tenerife Espacio de las Artes). Su rodaje fue una auténtica proeza, que se desarrolló a lo largo de cuatro semanas y se dividió en dos etapas: una en el frío e inhóspito territorio de Tierra del Fuego (Chile) y otra, en Tenerife. En el preludio del siglo XX, Pedro (Alfredo Castro) llega a Tierra del Fuego, un territorio hostil y violento, para fotografiar el matrimonio del poderoso latifundista, Mr Porter. La futura esposa, apenas una niña, se convierte en su obsesión. Tratando de capturar su belleza, traiciona al poder que domina el territorio. Descubierto y castigado, Pedro no puede escapar y acaba siendo partícipe y cómplice de una sociedad que convive con el genocidio de los nativos Selknam.
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