Loa actores Vito Sanz y Ana Alarcón son los protagonistas de "A este lado del muro", la próxima película del director David Trueba, que se estrenará este 2020. A ellos se suma Mohamed Zidane Barry, un joven de 21 años de Guinea asentado en Madrid fue el rey Baltasar en la cabalgata de su barrio, Hortaleza, el pasado 2019.
El director madrileño desvela que su décimo largometraje, que se estrenará la próxima primavera, ‘es un acercamiento al asunto de la inmigración no desde la perspectiva habitual, sino desde la visión del español medio, del que no tiene una implicación ni lejana ni cercana, ni a favor ni en contra, que se sitúa en la indiferencia’.
Ese español medio es su protagonista, interpretado por el oscense Vito Sanz, un trabajador al que despiden de una empresa de ingeniería en la capital justo cuando se había hipotecado con su novia, lo que le lleva a aceptar un empleo en Melilla para salir adelante. ‘En Melilla el náufrago es él aunque venga de la península, porque hace el periplo contrario que se muestra habitualmente, y allí es donde se produce su apertura de miras’, detalla David Trueba.
En Melilla, el personaje de Vito Sanz se encuentra con la coprotagonista de "A este lado del mundo", interpretada por la actriz Ana Alarcón, que ejerce de cicerone en un escenario donde también aparece Zidane con ‘un papel más pequeñito y testimonial, pero muy importante en el desarrollo de la historia’, apunta el director.
A pesar de debutar ante las cámaras, Trueba destaca la desenvoltura del joven, que todavía tenía dificultades para expresarse en castellano cuando empezó el rodaje. ‘Me sorprendió, me pareció disciplinado y lo hacía fácil, te ofrecía rápidamente algo verdadero. El papel no era complicado ni de grandes textos, pero lo más difícil, que es la presencia, la tiene’, asegura satisfecho. ‘En el cine al final lo más importante son los ojos, la forma de mirar, y él tiene esa potencia cuando mira. Ha pasado una peripecia muy brutal en el camino de los largos años para llegar a España. Como él dice, lo menos grave fue el salto a la valla. La peripecia en el interior de África hasta llegar al norte es lo peor, y eso es algo que mucha gente ignora. Todo, eso quieras o no, deja un poso, y a veces la mayor riqueza de un acto es su experiencia personal’, añade Trueba.
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