San Simón se convierte durante las próximas dos semanas en un plató de rodaje al aire libre para revivir el más cruel de los episodios de su historia, aquel en el que se convirtió en uno de los más temidos campos de concentración de presos republicanos de España. Allí se graban los exteriores de la cinta, que lleva el nombre de la isla y que es fruto de la colaboración de Miramemira Films, productora de la exitosa “O que arde”, y Morelli producciones.
La modernización de sus instalaciones introducida con su remodelación les ha llevado, sin embargo, a recurrir a otros enclaves para recrear sus interiores. No irán muy lejos. En el recinto de la ETEA ambientarán las oficinas y en el convento de Santa Clara de Pontevedra, la enfermería. Solo saldrán de la provincia para adentrarse en una cueva de Ourense.
Será una película de ficción, pero basada en historias reales, recogiendo lo que acontecía en el país y el reflejo que tenía en este presidio, que ostentaba una de las tasas de mortalidad más altas por sus condiciones inhóspitas. Para dar a conocer al espectador la historia de esta colonia penitenciaria, por la que se calcula que pasaron más de 6.000 presos políticos entre octubre de 1936 y marzo de 1943, el director Miguel Ángel Delgado y la productora Andrea Vázquez apostaron por una película con un protagonismo coral en la que aspiraron a participar como actores casi 3.000 personas.
En unos castings interrumpidos por la pandemia, vieron a unas 600. Con los escogidos aspiran a reflejar los distintos acentos que pasaron por allí. Cuenta Miguel Ángel que algunos son actores de carrera y otros no tienen experiencia. Entre el equipo –medio centenar de profesionales–, actores principales y figurantes, llegarán a reunir a unas 200 personas en la isla en alguno de los días de rodaje.
El director destaca el ‘proceso de retroalimentación’ que están viviendo con muchos de los intérpretes, que les van contando historias de sus antepasados en la isla.
En este plató al aire libre, la luz, las mareas y su juego con las llegadas de los presos y las visitas obligan a un cálculo de tiempos importantes, según explica el director. Tras el rodaje en la isla, el equipo espera trasladarse a partir del martes 12 y hasta mediados de abril, al resto de localizaciones.
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