Juan Pinzás, padre del cine independiente español

Este gallego es el único director español adscrito al Dogma 95. Y lo y ha seguido la risca, haciendo cintas en que el sonido no es mezclado separadamente de las imágenes, o viceversa, sin luz especial o artificial, con mucho desarrollo dramático y rodadas a cámara en mano. 

Bajo las bases del Dogma 95, Juan Pinzás ha hecho una trilogía, conocida como la oficial del cine español, empezando en 2000 con el rodaje de Érase otra vez, seguido de Días de boda en 2002 y Desenlace (2005). Allá de esos trabajos, ha dirigido 18 cortometrajes en formato de 35 milímetros y más 4 largometrajes, siendo su último el documental Las imágenes perdidas. Otra mirad, en 2010.

Días de boda puede ser escogida como el mejor ejemplo de ese movimiento. La cinta nos lleva a la boda de Sonia y Rosendo y a la fiesta que viene después, dónde  muchas revelaciones lleva la pareja a rever la relación empezada hace poco tiempo. Para dónde irán las cosas? Vea la cinta, pronto, prontísimo.

Excelente oportunidad del director para discutir abiertamente  la soledad, la pasión, las drogas y la homoafetividad. Llos personajes más se parecen a un grupo de amigos, sentados en una sala, hablando como se estuvieran en un chill-out, y no delante de una cámera. Buena escuela de cine, por cierto.