Grupo 7, de Alberto Rodríguez, enorme suceso en la taquilla española, posiblemente la mejor película del año, enseña al público la posibilidad de hablar de violencia con sensibilidad.
De género policiaco, tiene como historia central el tráfico de drogas en Sevilla durante los años 80 y el trabajo realizado por el Grupo 7, que se utiliza de la violencia, mentiras y medias verdades para llegar a sus fines. El ritmo es ágil; el suspense, garantizado, de modo que el espectador ni queda tranquilo en la butaca ni sale del cine incólume a lo que ha visto.
Antonio de la Torre hace de todo un poco a fin de se presentar como un hombre duro. Después se apasiona, llora, todo lo que les gusta a los académicos en una interpretación que merezca premio.
Pero la grande sensación de la peli es Estefanía de los Santos, con su fuerte personaje La Caoba. Ella atrapa todas las escenas que aparece, como una de las personas del tráfico que se envuelve con Grupo 7 y acaba teniendo un triste destino. Por cierto, una de las grandes revelaciones del año.
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