Sin contar con juicios negativos en apreciaciones críticas divulgadas en la red, al contrario de Blancanieves y El muerto y ser feliz, Dans la maison ya sería fuerte candidata al premio de público del Festival de San Sebastián, si tal premio hubiera.
No importa que no lo haiga, ya que sin favor esa cinta salta como favorita a la Concha de Oro, candidatísima a las categorías de dirección, guión, y mejor actor, dada la brillante actuación de Fabrice Lucchini.
Ozon consigue hacer de la pieza original de Juan Mayorga, intitulada El chico de la última fila, una adaptación estupenda. El director construye un juego divertido, y al mismo tiempo inteligente, entre ficción y realidad, que a cada instante no deja de sorprender.
Dans la maison aún podría llevarse el premio especial de los jurados caso no se presentara desde luego como gran favorita al de mejor película y director. Nos acordemos de que, en San Sebastián, una sola producción no puede acumular más de dos premios.
Lo dicen en una escena de 'Dans la maison' a mitad de la película: es una comedia estúpida, todo esto es ridículo. La película de François Ozon es ñoña en su ventana 'voyeurística' (¡ay qué diría el maestro Hitchcock!), un escape apenas maloliente, que ni siquiera satisface al que lo despide. ¡Mejor nos vamos todos a China! Un saludo!!!
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