Ayer, en la sección Horizontes Latinos, en San Sebastián, Carlos Reygadas ha presentado la cinta por la cual ha ganado el premio de mejor dirección en el último Festival de Cannes, Post tenebras lux.
Natalia Azevedo, protagonista del largo, en entrevista concedida en la rueda de prensa cree que hay que ver la cinta un par de veces para comprenderla mejor. "Hay que verla un par de veces", asegura Azevedo, convencida que un segundo visionado, o incluso, un tercero, descubriría aún detalles al espectador.
Reygadas, según Azevedo, es "brillante" y tiene una manera "muy especial de ver las cosas". Por eso, aclara, "hay que entender que él lo que busca es mover a la gente, no hace un producto comercial, ni vende refrescos, no intenta hacerlo pasar bien a la gente".
La protagonista de Post tenebras lux (un versículo bíblico del libro de Job: "Después de las tinieblas, la luz"), reconoce que la experiencia del rodaje "fue una locura".
"Yo tenía una idea de cómo había que estar en un set, pero me fui mucho antes que el resto porque tenía que trabajar con los niños (que son los propios hijos de Reygadas) para hacerlos sentir cómodos y que todo fuera natural".
"Estar día a día con Carlos, con su mujer y con los niños (yo no tengo hijos, explica), ayudando a cambiar pañales, diría que incluso despertó en mi un instinto maternal. Ha sido un trabajo introspectivo constante", resume.
Recuerda que se rodó en los "preciosos" bosques del Estado de Morelos, en una zona donde no había internet y que ese aislamiento también contribuyó a ese viaje interior que fue para ella el rodaje.
También se refiere a la especial manera en que la cinta aborda la violencia y opina que "la gente de Latinoamérica puede entender mejor esa violencia que encierra la película, allí la diferencia de estatus es muy marcada y el momento de violencia que vive México es fortísimo; como el que dice, en México llueve sangre", afirma la actriz.
"No quiero decir que Reygadas utilice simbolismos en la película, pero ahí sí te deja para interpretar, aparte que te provoca con temas muy universales", añade.
La película, que empieza por contar cómo Juan y su familia dejan la ciudad de México para instalarse en el campo, es una historia "que no es lineal, parte de momentos que pueden ser sueños, o pensamientos, todos relacionados entre sí, donde se habla de la supervivencia de una familia, del choque de dos mundos y del amor, y de la muerte", concluye.
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