sábado, 22 de septiembre de 2012

Daniel Giménez Cacho hace en Blancanieves, de Pablo Berger, personaje casi inédito en las otras adaptaciones



Daniel Giménez Cacho hace su retorno al cine español con Blancanieves, de Pablo Berger, en el papel del padre de la personaje principal. Con su trabajo, ya se encuentra en las taquillas para el premio de mejor interpretación masculina, y en la de los próximos premios Goya.


En esa atípica Blancanieves, que es muda, en blanco y negro, española y torera, Giménez Cacho se enfunda el traje de luces para interpretar al padre de la heroína de los hermanos Grimm, un personaje prácticamente inédito en las otras adaptaciones.


"Es un personaje muy dramático, que comienza con la muerte de su mujer cuando la a luz a su hija el mismo día que a él le coge un toro", explica Cacho. Pero ese dolor y su impedimento físico, le postran en una silla de ruedas desde la que observa tierno pero impasible la evolución de su hija, víctima de las manipulaciones de una madrastra con los rasgos de Maribel Verdú, con quien ya trabajó en La zona.


"No tengo nada en especial para el cine español. Tengo ganas. Me vine a vivir a España en 1999 después de trabajar con Vicente Aranda (en Celos). Y aquí hay una afinidad por un tipo de cien más hacia acá que hacia Hollywood, que en México lo tengo más cerca", ha afirmado.


Curiosamente, Blancanieves mira ahora hacia la Meca del cine, puesto que podría representar a España tanto en los Óscar como en los premios de la academia mexicana, aunque de momento huele a premio en el Festival de San Sebastián.


"Es un lenguaje universal, como los clásicos. Tiene Shakespeare, atrapa inmediatamente. Es muy directa el imaginario colectivo está lleno de historias con este tipo de conflictos y, en el caso de México, estamos muy familiarizados con el mundo de los toros", concluye.

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