Basada en la situación real de que su padre acoge a un inmigrante búlgaro y las situaciones que surgen a raíz de eso, la realizadora Avelina Prat ha tejido su primer largometraje, “Vasil”, que presentó ayer en el Festival Ópera Prima de Tudela. ‘Me he atrevido a contar esta historia y a ficcionarla porque nunca llegué a conocer a este hombre. Al no conocerlo te da más libertad para inventarte las cosas y recrear un personaje como me lo he imaginado. Por eso lo he idealizado un poco y tiene cierto aire de fábula y casi fantasía’, explicó.
A medio camino entre la historia de crítica social de la situación que vive un búlgaro el intento de hacer una nueva vida fuera de su país y una comedia, es una película amable que atrapa al espectador, principalmente por la gran actuación de sus dos protagonistas, que llevan todo el peso de la trama y llenan la pantalla. De hecho, este mismo fin de semana ha recibido el premio exaequo al mejor actor en la Seminci de Valladolid, por el trabajo de Karra Elejalde e Ivan Barnev. Avelina Prat explicó ayer lo que supone para ella haber recibido este premio, ‘es un premio muy bonito. Desde que empecé a rodar dije si tengo que elegir un premio, elegiría el de mejor actor, pero si es exaequo más bonito aún. Se retroalimentan mutuamente y en las secuencias en que están los dos, la película sube. Hay una química especial entre ellos’.
Con Ivan Barnev dieron en un casting en Bulgaria, ‘tienen un encanto brutal’, mientras que a Karra Elejalde le enviaron el guión pensando que quizás no aceptaría el papel, ‘en Karra pensamos enseguida pero creíamos que no nos iba a decir que sí. Mi productora dijo ‘por probar no perdemos nada’. Leyó el guión, le gustó y dijo que lo hacía. A Karra le gusta cambiar de registro y vio que era muy distinto a lo que hacía. Nos entendimos enseguida’. El entendimiento entre ambos personajes es evidente, ‘Ivan no habla castellano y Karra no habla inglés pero se entendían perfectamente’, explicó ayer.
Recién llegada de Valladolid, a Prat le ha sorprendido cómo el público se reía en escenas en las que ella no contaba con que hubiera risas. De hecho la han calificado de comedia, ‘pero en el sentido amplio. No éramos conscientes de que habíamos hecho una comedia pero en Valladolid lo han llamado comedia y nos ha hecho gracia. Siempre tendemos a etiquetar las cosas, yo creo que está a mitad de camino, pero a mí el calificativo me vale. La verdad es que en el cine había más risas de lo que esperábamos’.
Si bien es cierto que el largometraje destila cierto aire de comedia, especialmente cuando ambos actores se juntan en una escena, la manera de rodar de Avelina Prat otorga un peso narrativo a “Vasil” que le otorga trascendencia. Los largos planos y los silencios dan un peso que elimina la posibilidad de tomarla como una comedia al uso y deja en evidencia la existencia de una trama social. ‘La manera de rodar la tenía muy clara desde el principio y es lo que vengo haciendo con los cortos con planos fijos. Si algo lo puedes contar en dos planos, en este tipo de narrativa, mejor que en 4’.
Para preparar la película y adentrarse en las dificultades de un inmigrante en los entresijos de la administración, la realizadora se documentó previamente. ‘Es complicadísimo, me documenté bastante y los requisitos a cumplir para tener ayudas son muy difíciles, y eso que es europeo. Es un muro con el que se encuentran. Desde Europa del este viene gente que tiene carreras y no se puede buscar la vida de lo suyo’.
Avelina Prat debuta en el largometraje de ficción después de haber realizado varios cortos como “208 palabras”, “Puerta 6” o “El abrigo rojo” y el documental “La fábrica de la luz” y haber trabajado con muchos realizadores como script. Arquitecta de profesión, ejerció ese trabajo unos años antes de dedicarse al cine. Además es programadora en el Festival Internacional Cinema Jove de Valencia.
Fuente: diariodenavarra.com
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