El director valenciano Gabi Ochoa elige las mejores películas del 2013, dónde parece tener olvidado una de las grandes del año, pendiente de estreno en las salas de cine, más ya conferida en muchos festivales y muestras por dónde ha pasado, que es su opera prima “Al amor no es lo que era”.
La comedia se ha estrenado en la sección oficial del último Festival de Cine Español de Málaga, dónde fue perjudicada por la fecha de proyección (en el mismo día de la entrega de los palmarés) y ya ha pasado por el Festival de Comedia de Tarazona, el Festival de Cine Español de Londres, en la sección Spanich Cinema del Festival de Cine de Valladolid y en el Festival de Cine de Albacete.
Pues volviendo a las 10 mejores del año de Ochoa, así lo ha declarado:
“Soy más espectador que cineasta, me gusta serlo. Amo el cine, el lugar, desde hace mucho años voy. Allí es donde me gusta ver las películas. Este año me ha costado decidir. Tal vez porque había mucho, tal vez porque por problemas de salud no he ido tanto. He aunado blockbusters con cine de carácter más intimista, más cercano.
Por otro lado estoy seguro que se me han quedado en el tintero verdaderas joyas que me he perdido. Espero recuperarlas a lo largo del 2014. De menos a más, estas son mis 10 películas del 2013:
10) “Gravity” de Alfonso Cuarón
Un periplo vital de esa astronauta perdida en la gravedad. Una odisea con una Sandra Bullock irreconocible. Cuando la tecnología está al servicio de contar una historia, una pequeña gran historia;
9) “Una pistola en cada mano” de Cesc Gay
Me gusta el cine de Cesc Gay. Me gusta mucho. Personajes sencillos pero que están en crisis, pequeñas, pero tan reconocibles. Hace que las pequeñitas tragedias cotidianas lleguen al corazón. Y dibuja a algunos intérpretes en estado de gracia como Alberto San Juan, Javier Cámara o Leonor Watling que es pura magia;
8) “Los últimos días” de Álex y David Pastor
Cine español haciéndose universal desde aquí. Una Barcelona postapocalíptica brillante y una historia muy clásica pero desmenuzada pieza a pieza. Creo que los hermanos Pastor son unos de los cineastas que me hacen albergar esperanzas en la creación en España;
7) “Blue Jasmine” de Woody Allen
Woody Allen no defrauda. Y aunque últimamente daba una cal y una de arena, hace de Cate Blanchett una seria aspirante al Oscar. Brillante;
6) “Django desencadenado” de Quentin Tarantino
Acción, risas, diversión, y crítica mordaz a una sociedad clasista. Django es la suma de todo eso y mucho más, porque el enfant terrible de Tarantino logra en solo una secuencia desmontar la patraña del Ku-Kux-Klan. Asciende al altar del olimpo a la serie b. Y eso mola;
5) “Amor” de Michael Haneke
Un cineasta de tiralíneas que sabe dosificar tan bien el tiempo cinematográfico que logra secuencia bellísimas en historias desgarradoras. Jean-Louis Trintignant persiguiendo la paloma dentro de la casa se convierte en la metáfora sublime de lo que es el amor;
4) “No” de Pablo Larraín
La película que tendríamos que ver todos en este país para entender que es el posicionamiento ideológico. “No” es un SÍ rotundo, un grito hacia las posibilidades de la lucha, además de una magnífica crónica de un pueblo, el chileno, luchando contra un dictador como Pinochet;
3) “La caza” de Thomas Vinterberg
Tuve la suerte de conocer a Thomas hace muchos años en Cinema Jove, en Valencia, y entrevistarlo. Dentro de este danés encuentras cine en estado puro. Lo era “Celebración”, pero con “La caza” logra introducirte la angustia en el cuerpo y no la sueltas;
2) “The Master” de Paul Thomas Anderson
Lo mío con Paul T. Anderson es devoción. Amo todo su cine. Pero “The Master” me parece el más sublime y duro de todos sus frescos. Porque sí, es un pintor de cuadros que te muestra, como es el caso, la putrefacción de una sociedad a través de una secta. Nunca un golpe a la Cienciología fue tan certero. Él es un maestro, un gran bebedor de cine clásico (destila Scorsese, Coppola, Ray, y tanto y tanto cine), que uno no puede dejar de admirar esta cinta;
1) “La vida de Adele” de Abdelatif Kechiche
Cuando salí del cine escribí en mi muro de Facebook esto. Creo que define muy bien el tsunami emocional que nos presenta Kechiche: “Después de ver "La vida de Adele" me he sonrojado, emocionado, empalmado y sobre todo sobrecogido. Diosss, que brutalidad de película!!! El placer y el éxtasis. Y diría que lo mejor no son las escenas de sexo, sino los diálogos entre ellas cuando se están enamorando. Sublimes. Ole Kechiche!””
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