El idioma
imposible, de Rodrigo Rodero Álvarez, ganó el Gran Premio de
los Jurados en Annecy. Ya 18 comidas, de
Jorge Coira, fue distinguido con el premio de la Residencia y Aita, de José María de Orbe, elegido por
el público.
Aunque las películas esas hayan sido estrenadas en 2010, la bienal ha
hecho con que resurgieran del más allá, siendo vistas por centenas de personas
y muy habladas en el mundo cinematográfico.
Aprovechamos para acordaros que aun han sido presentadas La vida sublime, de Daniel Vázquez
Villamediana, Mercado de futuro, de
Mercedes Álvarez, Urte berri on, amona,
de Telmo Esnal, 80 egunean, de Jon
Garaño, Al fin de la escapada, de
Albert Solé, Balada triste de trompeta,
de Alex de la Iglesia, Celda 211, de
Daniel Monzón, Elisa K, de Jordi
Cadena, La mitad de Oscar, de Manuel
Martín Cuenca, La mosquitera, de
Agustí Vila, Madrid 1987 y Eva, de
Kike Maíllo.
Dicen que no se puede vivir del pasado. Pero esa idea no vale para el
cine, que siempre encuentra ocasión para hacer revivir, sean películas, sea la
historia, sea la memoria.
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