jueves, 1 de marzo de 2012

FESTIVAL DE CINE ESPAÑOL DE MÁLAGA – 5.ª EDICIÓN

Con una buena selección en largos, y al contrario de la cuarta edición, en Málaga se han aportado “El alquimista impaciente”, de Patricia Ferreira, “Amnésia”, de Gabriele Salvatores, “Bestiario”, de Vicente Pérez Herrero, “Canícula”, de Álvaro García-Capelo, “Cuando todo esté en orden”, de César Martínez Herrada, “Fumata blanca”, de Miguel García Borda, “Impulsos”, de Miguel Alcantud, “Mi casa es tu casa”, de Miguel Álvarez, “No somos nadie”, de Jordi Mollà, “La novia de Lázaro”, de Fernando Merinero, “Nowhere”, de Luis Sepúlveda, “El otro lado de la cama”, de Emilio Martínez Lázaro, “Smoking room”, de Julio D. Wallovits, y “Valentín”, de Juan Luis Iborra.


Los jurados, presididos por Agustín Díaz Yanes, han concedido el primer galardón de la muestra a “El otro lado de la cama”. También han premiado a esa peli por mejor director, coincidiendo así con la voluntad del público. “Smoking room” ha ganado el premio especial, el de mejor música y el de mejor actor, en conjunto para todo su reparto masculino. Ya “Impulsos” ha sido elegida como la mejor fotografía y Claudia Rojas, ganadora de la interpretación femenina, por “La novia de Lázaro”.  


Dentro de la competencia en largos, es de destacarse “El alquimista impaciente”, de Patricia Ferreira, directora también seleccionada para la muestra del corriente año. Tratase de un thriller con Ingrid Rubio y Roberto Enríquez (nominado a los Goya de mejor actor revelación), sobre un crimen ocurrido en el pasado  cuyo proceso criminal, después de archivado, es reabierto debido a la descubierta del cuerpo de una mujer.


Otro film central en esa muestra, “Smoking room”, de poca repercusión pero con muchos premios, cuenta con cabezazos de actores: Antonio Dechent, Chete Lara, Eduard Fernández, Juan Diego y Ulisses Dumont. Habla de la prohibición al tabaco durante el horario de trabajo. El hecho de que los empleados de una empresa se vean obligados a salir por las calles para fumar los lleva a una legítima rebelión contra eso que consideran como una injusticia.


Por fin, “No somos nadie”, la opera prima del catalán Jordi Mollá, drama estrenado por él mismo y por Candela Peña, sobre un humilde chico de barrio que se busca la vida en el metro acompañado de su amigo Ángel, personaje de Juan Carlos Vellido. 

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