Enrique Urbizu ha dado hoy, miércoles 24 de octubre de 2012, una Clase Abierta acompañado del director de la Seminci, Javier Angulo, en el Aula Mergelina de la Facultad de Derecho.
El realizador vasco habló en primer lugar de su temprana pasión por la lectura, pieza clave para alimentar su imaginación. Siempre le interesaron las películas y, como en esa época no se podía estudiar cine en el País Vasco, rodó Super 8 con otros amigos que compartían el mismo interés, “eso me enseñó a pensar en la economía a la hora de rodar, el celuloide se rompía fácilmente entonces planificábamos muy bien qué queríamos rodar y cómo queríamos rodarlo”, declaró el director.
Además de su trabajo como director y guionista de cine, Enrique Urbizu desarrolla la labor de profesor en la Universidad Carlos III y en la ECAM desde hace diez años y explicó que como docente él no enseña cómo hacer las cosas, “porque quizá no hay una manera concreta de hacerlas”, sino que pone a sus alumnos en contacto con los diferentes mecanismos narrativos.
Urbizu señaló que si alguien quiere dedicarse a la dirección es fundamental que se interese en el mundo en el que vive, “si no eres una persona observadora y no te interesan tus semejantes es mejor que no te dediques al cine; los directores somos ante todo narradores” también añadió que, por ejemplo, ver Madrid Directo le ayudó a conocer cómo habla la gente normal, “los cineastas tenemos que saber de todo, somos como esponjas, somos renacentistas”.
El director vasco ha confesado que el formato cortometraje nunca le ha interesado demasiado; de entre sus primeras películas destacan Tu novia está loca, Todo por la pasta, Cómo ser infeliz y disfrutarlo o Cachito, largometrajes en tono de comedia, género que le impone mucho respeto porque “es muy difícil en cuanto al ritmo y la dirección de actores”.
Urbizu reveló que le encanta el rodaje porque es como su ambiente natural, “no me gusta ensayar mucho porque al rodar parece que la escena está recalentada, como si fuera una croqueta”; también declaró que en la relación con los intérpretes la confianza es la clave, “los actores son por definición pesados, aunque con razón. Son personas muy frágiles porque trabajan con sus emociones y con su cuerpo”.
Cuando termina el rodaje comienza la etapa del montaje, “es el momento de reescribir el guion; el montador es como tu pareja, es el que te ve todas las intimidades y es tu aliado frente a los productores”, comentó el director.
Para el realizador la música es el proceso donde más inseguro se siente, “aunque me encantan las bandas sonoras, creo que a veces la música es solo un abuso emocional para el espectador y se convierte en una perversión del lenguaje cinematográfico”.
También hubo tiempo para hablar de la actual subida del IVA, donde ha declarado que esto transmite un lamentable concepto de la cultura, y hace que la industria enfrente al espectador con el autor. También añadió que el problema de la piratería tiene su origen en la falta de educación, porque en este país, según Urbizu, “nuestros peores enemigos somos nosotros mismos”.
“Lo más bonito del cine es contar historias”, destacó el director, “mi meta nunca ha sido innovar o hacer cosas originales, sino estar al servicio de la idea narrativa; yo no busco la satisfacción plena, solo que la película produzca sensaciones en el espectador”.
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