Este año, el Festival Internacional de Cinema de Tarragona ha realizado una edición especial, más reducida, en la que se cancelaron los tradicionales concursos de cortometrajes. No obstante, se mantuvo su sección oficial de óperas primas, que conformaron 11 películas, aunque sólo 8 (5 de ficción y 3 documentales) iban a concurso.
Entre estas últimas, el jurado, conformado la periodista y crítica de cine Pamela Pianezza, de la Semana de la Crítica de Cannes, el cineasta catalán Marçal Forés, y el director italiano Aureliano Amadei, otorgó su premio a la española Mapa, de León Siminiani, un documental que relata cómo el director decide dar un giro a su vida, dejar Madrid e irse a la India, si bien, lo que en principio parece un típico diario fílmico, se transforma en una declaración sincera y directa, y en una nueva y sorprendente manera de utilizar el cine y sus recursos.
Además, dicho jurado ha concedido una mención especial al drama francés L'âge atomique, de Hélène Klotz, sobre dos adolescentes que deambulan por la noche parisina, con el placer absoluto y el abandono como únicas metas.
Ya el premio del público fue para la cinta chilena Joven y alocada, de Marialy Rivas, un provocador retrato de una joven que, tras crecer en el seno de una familia ultra-católica, navega entre las contradicciones de su experimentación en el ámbito del sexo y el ambiente represor de la escuela y su entorno.
En total, unos 2.500 espectadores han pasado por esta edición del REC, que ha recibido la visita de diversos directores, intérpretes y gente de la profesión, entre ellos Borja Cobeaga o Maja Milos.
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