domingo, 21 de agosto de 2016

JAVIER GUTIÉRREZ, MARÍA LEÓN Y ANTONIO DE LA TORRE RODARÁN EN SEVILLA EL LARGOMETRAJE ‘EL MÓVIL’, DE MANUEL MARTÍN CUENCA

El director Manuel Martín Cueca se encuentra en la preproducción de su quinto largometraje, “El móvil”, tras la dirección de “Caníbal” (2013), “La Mitad de Óscar” (2010), “Malas Temporadas” (2005) y “La Flaqueza del Bolchevique” (2003). 


Se trata de una película basada en la novela homónima de Javier Cercas adaptada por el propio Manuel Martín Cuenca y Alejandro Hernández, y con el sello personal del director, que se caracteriza por su cine de autor y dirección de actores.


La película está protagonizada por Javier Gutiérrez, María León y Antonio de la Torre, además de traer en el reparto la actriz mexicana Adriana Paz (ganadora de un Ariel por “La Tirisia” y otro por “Hilda”), y el actor, también mexicano, Tecnoh Huerta (con un Ariel por “Días de Gracia” y nominado por “Güeros”), además de la participación de Rafael Téllez, Adelfa Calvo y Domi del Postigo, entre otros.


"El móvil" se rodará integralmente en Sevilla durante siete semanas, aun en ese otoño, siendo la tercera cinta del director que se rueda en Andalucía. Además, tratase de una producción de La Loma Blanca Producciones Cinematográficas, Icónica Producciones, y trae soporte de la Junta de Andalucía, ICAA, TVE y Canal Sur, mientras que será distribuida en España por Filmax.


Sinopsis oficial: Álvaro (Gutiérrez) es un pobre hombre atrapado en su obsesión: escribir gran literatura. Asiste a la típica escuela de escritura y a cuanto taller imparta el gurú de turno, pero no tiene talento. Quizás su mujer, Amanda (León), tampoco lo tenga, pero acaba de escribir un best-seller. La separación es inevitable.


En su nueva vida, sólo y de alquiler en un pisito, escribe por primera vez sobre personajes de carne y hueso, sus vecinos. Su profesor le anima, la descripción de los personajes son reales, pero también le advierte que es necesario conflicto: sin conflicto no hay historia, no hay acción, no hay vida.


Y Álvaro, en su obsesión, empieza a promover esos conflictos, no importa si se tiene que follar a la portera, empujar a su vecino inmigrante al paro, manipular y engañar a un viejo solitario. Urdir la trama para que ocurra un asesinato no le deja ver que, en realidad, él es la verdadera víctima.

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