miércoles, 26 de septiembre de 2018

LA DIRECTORA CELIA RICO CLAVELLINO ESTRENA SU ÓPERA PRIMA “VIAJE AL CUARTO DE UNA MADRE” EN EL FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN


La directora Celia Rico Clavellino ha estrenado “Viaje al cuarto de una madre”, un drama que gira en torno a los vínculos materno-filiales, en la sección Nuevos Directores en el Festival de San Sebastián.


Una madre, una hija y el espacio que habitan son los tres elementos que compone la ópera prima de Clavellino, un drama que gira en torno a los vínculos materno-filiales. La película nos adentra en un doble itinerario: el que sufre Leonor (Anna Castillo), una joven que necesita salir de esa atmósfera de protección y empezar a tomar decisiones por sí misma, y el de Estrella (Lola Dueñas), estancada después de la muerte de su marido y que se refugia en el amor hacia su hija.


‘Se trata de una relación alejada de los clichés’, cuenta Anna Castillo. ‘Pero al mismo tiempo resulta muy real, porque describe cosas que yo creo que nos han pasado a todas como hijas, ese sentimiento de responsabilidad para con tu madre, no querer hacerle daño y al mismo tiempo sentir la necesidad imperiosa de salir de ahí y tomar algo de distancia. Es algo muy sencillo, pero que pocas veces se ha contado tan bien’.


A ambas actrices les emocionó profundamente el guion de Celia y enseguida quisieron involucrarse en el proyecto. Para interpretar a Estrella, Lola Dueñas se trasladó unos meses antes del rodaje a Constantina, en la provincia de Sevilla, donde trascurre la acción, y estuvo recibiendo clases de costura de la propia madre de la directora, Gloria. ‘Sabía que solo podía acceder al personaje a través de su profesión, ya que de alguna manera define su carácter. Soy muy obsesiva y pesada y me empeñé en hacerlo bien, pero es que era importante para contar cómo era Estrella. La madre de Celia se convirtió en mi gran maestra y aprendí todo de ella’.


A la directora le interesaba explorar el universo femenino y para ello utilizó como metáfora una mesa camilla alrededor de la cual, ambas habían construido su intimidad. ‘Es un personaje más’, dice Anna. ‘Y simboliza el vínculo de protección, calor y comodidad que les había acogido y arropado hasta el momento’.


La película se desarrolla casi por completo en el espacio cerrado de una casa. La madre mira a la habitación de su hija y viceversa, estableciéndose un juego de perspectivas muy interesante en el que ambas intentan comprenderse y respetarse. Por eso resultaba fundamental la complicidad entre las dos actrices, que nos regalan una interpretación tan generosa como repleta de sensibilidad. Se trata de una película de gestos pequeños y grandes emociones.


En la cartelera española se estrena el próximo 5 de octubre. 

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