El director Matías Bize ha presentado este viernes “El castigo”, su nuevo largometraje que reflexiona y que rompe el tabú de la maternidad arrepentida y en el que las madres trabajadoras pueden verse reflejadas. Está rodada íntegramente en un plano secuencia de 80 minutos de duración que tuvieron que repetir hasta siete veces.
Se trata de una coproducción chilena y argentina que compite en Sección Oficial. Su guionista, Coral Cruz, ha explicado que se inspiró en una noticia que había leído sobre un matrimonio que dejó solo a su hijo durante dos o tres minutos en un bosque a modo de castigo porque se había portado mal. Pero esos minutos derivaron en la desaparición del niño durante tres días. Cruz ha relatado que esos padres vivieron un juicio mediático porque se pensaban que su hijo habría fallecido. Y posteriormente la historia terminó con el padre pidiendo perdón al niño en público. Ese concepto de los castigadores castigados le fascinó y le sirvió de punto de partida para escribir su guión.
‘Este suceso ocurrió en un contexto en el que se comenzaba a hablar de las mujeres arrepentidas de su maternidad porque hasta entonces era un tema tabú y el hecho de que aún lo fuese le revolvía’, ha confesado la guionista. ‘Aunque la situación que atraviesa la protagonista pueda ser muy radical’, considera que las madres trabajadoras pueden verse reflejadas casi en la totalidad de la cinta. Para ella fue como la escritura de una obra de teatro a cielo abierto. Por esta razón tenía que ser en tiempo real, para que los espectadores también puedan experimentar la misma agonía de sus protagonistas durante 80 minutos de búsqueda.
Cuando Bize leyó el guión tenía claro que quería rodarlo en plano secuencia para poder contar la historia de la forma más honesta y directa posible. Al respecto ha reconocido que llevaba 20 años esperando una historia que pudiese ser contada a través de un plano secuencia –no para el lucimiento del director o de los actores, sino para que pudiese ser mejor película-. ‘Fue entonces cuando decidieron profundizar en el tema tan complejo de la maternidad arrepentida y comenzaron este viaje que les atravesó’, ha confesado.
Por último, la actriz Antonia Zegers ha reconocido que al principio le pareció terrorífico tener que interpretar a un personaje con tanto texto y rodado todo de una vez sin cabida para cometer errores. También ha añadido que ha empatizado mucho con su personaje porque sabe lo que ella está sintiendo, igual que cualquier otra madre puede sentirlo. ‘Cuando se despiertan sentimientos oscuros respecto a la maternidad, hay que tener claro que no se le está fallando a nadie. Forma parte de un camino de luces y de sombras’, ha sentenciado. En el reparto le acompañan los actores Néstor Cantillana, Catalina Saavedra, Yair Juri y Santiago Urbina.
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