domingo, 30 de junio de 2013

Palmarés del 35º Festival Internacional de Cine de Moscú


El 35º Festival Internacional de Cine de Moscú se ha cerrado hoy con la entrega del máximo galardón del certamen a película turca “Zerre”, dirigida por Erdem Tepegöz, que también recibió el premio de mejor actriz para la turca Jale Arikan.


El surcoreano Young-heon Jung recogió el premio a la Mejor Dirección por “Emoción libanesa”, la historia de un hombre que no logra superar la pérdida de su madre hasta que conoce a una chica perseguida por su violento y cruel marido.


El trofeo de mejor actor se ha quedado con el ruso Alexéi Shevchénkov, por su papel protagonista en “Judas”, basada en el personaje bíblico, del también ruso Andréi Bogatiriov que de hecho recogió el premio ante la ausencia del actor.


La japonesa “Sayonara keikoku”, de Tatsushi Omori's, recibió el Premio Especial del Jurado y el galardón de mejor documental fue para “Padre e hijo”, del polaco Pawel Lozinski.


La película brasileña “A memoria que me contam”, dirigida por Lúcia Murat, se llevó el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci). El film traslada al público a la habitación de un hospital, donde un grupo de amigos, antiguos revolucionarios en la década de los sesenta, rememoran su juventud en el lecho de muerte de uno de los suyos, Ana.


La sorpresa del festival, que cerró hoy su XXXV edición, fueron los dos premios -del público y de la Asociación de Críticos rusa- otorgados a una película con la homosexualidad como uno de sus temas de fondo, algo llamativo en una Rusia embarcada en una guerra política contra los derechos de las minorías sexuales.


Así, la holandesa “Matterhorn”, del realizador Diederik Ebbinge, relata la historia de Fred, un viudo solitario que vive una vida muy conservadora, acorde a los valores tradicionales en un pequeño pueblo, hasta que acoge en su casa a un vagabundo llamado Teo, cuya presencia le hará revisar no sólo su modo de vida sino incluso su orientación sexual.


Concurría en el certamen la película española “Los chicos del puerto”, del director español Alberto Morais, que trata de Miguel, de 12 años, que hace el viaje que su abuelo no puede hacer, ya que está encerrado por su propia familia. La misión es muy sencilla, ir a un funeral y depositar una guerrera militar en la tumba de un viejo hombre, amigo de su abuelo. Miguel, acompañado por Lola y Guillermo, sale del barrio de Nazaret, deambula por la periferia de Valencia buscando en un cementerio, y enfrentándose en definitiva a una ciudad desierta, al menos por un día.

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