La cineasta Mireia Gabilondo ha llevado a la pantalla “Amaren eskuak”, una película sobre mujeres y sentimientos que habla de “lo cotidiano, de la pérdida de la madre y de lo que no se pudo decir”, que se estrena el próximo fin de semana en Barcelona y Madrid y en las salas de toda Euskadi.
“Las manos de mi madre” es una adaptación de la novela del mismo título de Karmele Jaio, que Gabilondo ha rodado en euskera y que se ha presentado en la sección Zinemira del Festival de San Sebastián.
Nerea (Ainara Gurrutxaga) es la protagonista de este relato sobre una periodista cuya vida ha empezado a venirse abajo y que, sin esperarlo, debe enfrentarse a la situación de una madre hospitalizada sin habla y sin memoria.
“De pronto, se encuentra con una pared en su vida. Aparte de que vamos todos un poco en hilvanes, por tensión y estrés, te puedes encontrar de repente con algo mucho más importante: la pérdida de una madre, que es lo que le pasa a ella”, explica Gabilondo.
Asegura que al leer la novela se sintió “identificada” y quiso “contarla con imágenes”, atraída además por ese “sentimiento positivo de que la vida hay que mirarla de frente” que transmite también el texto.
Esther Remiro y Loli Astoreka son las otras actrices principales de “Las manos de mi madre”, que Gabilondo no ve como “una historia de mujeres”, aunque en este caso el peso del argumento recaiga sobre ellas, y también el de las decisiones importantes que deben tomar.
“Yo creo que lo bonito es que está escrito por una mujer y habla de una mujer y lo cuenta desde ella. Pero no es una historia de mujeres. Cuando vemos películas dirigidas y protagonizadas por hombres no nos sorprendemos tanto, estamos muy acostumbrados, pero lo nuestro sigue siendo algo que no sucede muy a menudo y sigue siendo noticia. Ojalá pase a ser normal, y lo tenemos que hacer nosotras”, recalca.
Explica que está “muy contenta” con el trabajo de las actrices, en las que pensó desde el primer momento -para Ainara Gurrutxaga es su primer papel fuera del teatro-, al igual que con Vicky Peña, en un rol secundario, y las gemelas Aroa y Naia Madurga, que se intercambian en el papel de la hija pequeña de Nerea.
Para el personaje del marido inglés de la protagonista, ha elegido al actor norteamericano afincado en Cataluña Mark Schardan, que no habla euskera pero que en la película ha tenido que alternarlo con su idioma en las conversaciones.
La realizadora optó por un nativo para darle más autenticidad a la historia, de la misma forma que le ha gustado jugar con el euskera 'batua', el 'euskalki' de Lekeitio que hablan entre algunos de los actores y el castellano que utiliza el personaje de Peña.
De momento, espera el estreno de “Amaren eskuak” e invita a quien desee verla que lo haga "cuanto antes" porque las películas en Euskadi "no están mucho tiempo en la cartelera", revela la cineasta.
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