domingo, 21 de septiembre de 2014

LA ISLA MÍNIMA inaugura la COMPETICIÓN OFICIAL del FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN


La competición del 62 Festival de Cine de San Sebastián se ha iniciado con una película española de una enorme potencia visual: “La isla mínima”, dirigida por Alberto Rodríguez, el director de la aclamada “Grupo 7”. 


Se trata de un thriller ambientado en los primeros años 80 en las marismas del Guadalquivir, rodado entre Sevilla y Huelva, en localizaciones de Carmona, Coria del Río o Dos Hermanas, entre otras, y protagonizado por Javier Gutiérrez, Raúl Arévalo, Antonio de la Torre y Nerea Barros, entre otros intérpretes.


La trama se inicia cuando dos policías muy distintos, detectives de homicidios, son enviados a un remoto pueblo de las marismas a investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. Ideológicamente opuestos, ambos son enviados al lugar desde Madrid como castigo por sus actividades en aquellos primeros años de democracia. 


En el lugar, olvidado y detenido en el tiempo, dos chicas adolescentes desaparecen durante sus fiestas. Nadie las echa de menos. Todos los jóvenes quieren irse a vivir lejos y algunos de ellos se escapan de casa para conseguirlo. La madre de las niñas, logra que el juez de la comarca, se interese por ellas. 


Una huelga de los trabajadores del campo pone en riesgo la principal riqueza de la región, y dificulta las tareas de investigación de los dos policías que reciben presiones para solucionar el caso cuanto antes. Sin embargo, la investigación policial pone en evidencia que en los últimos años han desaparecido varias jóvenes más y que algo muy terrible subyace en el lugar.


Este thriller de Alberto Rodríguez no se parece en nada a “Grupo 7”. Es una película en donde lo que se calla, lo que no se dice, es tan importante como los descubrimientos que van haciendo los dos detectives. Y en donde el lugar, su paisaje, sus arrozales, sus campos, la sordidez, las fiestas locales, y en el fondo, la convulsa España de 1980, se convierten en un protagonista más, al que Rodríguez ha dado una importancia principal, convirtiendo la película en algo muy “físico”. 


Tras la proyección uno sale con un sabor amargo, por los hechos, por la vida del lugar que nos ha mostrado, por la violencia soterrada que permanece agazapada durante todo el filme. “La isla mínima”, que llegará a los cines el próximo viernes 26, la víspera de que sepa si logra entrar en el palmarés, está destinada a convertirse en otra de las grandes películas españolas del año.

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