En una rueda de prensa cargada de emociones, risas y algunas lágrimas, ha presentado hoy Daniel Guzmán “A cambio de nada” (tráiler aquí), su primera película como director, que compite en la Sección Oficial a concurso del 18 Festival de Málaga. Cine Español. Un film que es la “historia iniciática” de un niño que se escapa de su casa y busca su lugar y en la que el director se ha inspirado en sus propias vivencias, aunque también en este caso, ha bromeado, “la realidad supera a la ficción”.
Guzmán, que ha dedicado diez años a este ansiado proyecto que es ahora una realidad, ha explicado que la película tiene una gran carga emocional, ya que cuenta muchas cosas de su vida, “para lo bueno y para lo malo, porque gracias a todo eso soy hoy quien soy”. Para él, ha añadido, era importante compartirlo con su abuela, Antonia Guzmán, que encarna a uno de los personajes y que ha protagonizado algunos de los momentos más divertidos de la presentación.
“A cambio de nada” es, en palabras de su director, “muy sencilla, aparentemente, pero muy ambiciosa, ya que quería contar esta historia -que es también la suya- de una manera veraz”. El objetivo, “emocionar, hacer reír, disfrutar e invitar al espectador a la reflexión y a entender cosas de la vida. Ése es para mí el sentido de contar historias”, ha asegurado. Un objetivo al que se suma el de la catarsis, porque con ella, ha afirmado, se ha quedado “a gusto” con muchas cosas personales y ha soltado lastre.
En esta presentación tan especial han acompañado a Daniel Guzmán, además de su abuela, los actores Luis Tosar, Miguel Herrán y Antonio Bachiller; mientras que por parte de los productores han asistido Pablo Nogueroles, César Rodríguez e Íñigo Pérez Tabernero.
“A cambio de nada” -una producción de La Competencia, El Niño Producciones, Ulula Films, La Mirada Oblicua y Zirco Cine, Amir, Luis Pérez G. y Telefónica Studios, con la participación de Televisión Española (TVE), Canal Sur (RTVA) y CANAL+- narra la historia de Darío, un adolescente que malvive en un barrio obrero de Madrid, donde mantiene una amistad incondicional con Luismi, su vecino. Venden piezas de moto robadas a Justo 'Caralimpia', el dueño de un taller de barrio, un pobre diablo con aires de triunfador venido a menos, que intenta sobrevivir al día a día tapando sus propias miserias. Darío se escapa de casa y comienza a trabajar en el taller de 'Caralimpia'. Pronto conocerá a Antonia, una anciana que vende muebles en El Rastro. Darío, Luismi, 'Caralimpia' y Antonia forman una nueva familia, pero se encuentran en una ciudad demasiado grande para estar solos.
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