Gran expectación en la jornada dominical del 63 Festival de Cine de San Sebastián ante la presentación, fuera de concurso, de “Mi gran noche”, la nueva película de Álex de la Iglesia (“Las brujas de Zugarramurdi”), que llagaba precedida de una enorme campaña mediática. La película sucede en un polígono utilizado como plato de televisión donde se graba el Especial de Fin de Año de una cadena de televisión, bastante tiempo antes de la Nochevieja.
El gran protagonista es Pepón Nieto, que da vida a un figurante de la gala, enviado por una empresa de trabajo temporal, para sustituir a un lesionado. Las estrellas de esa gala son Alphonso (al que da vida Raphael), un ídolo de las personas maduras, imprescindible, año tras año, en esta gala, y Adánez (interpretado por Mario Casas), el ídolo de las jovencitas, que levanta pasiones, es treddingtopic en la redes sociales y su vida es carne da cañón en la prensa del corazón. En el reparto están también Blanca Suárez, Santiago Segura, Carlos Areces, Enrique Villén, Jaime Ordoñez, TerelePávez, Carolina Bang, Carmen Machi y un largo etcétera, porque “Mi gran noche” es una película muy coral.
Una historia que muestra como durante la grabación del programa todo lo que es susceptible de empeorar, empeora: Cientos de personas llevan encerradas en plató varios días fingiendo reír, llorar, emocionarse o aplaudir cuando lo indica el regidor del programa, mientras en el exterior manifestantes iracundos, que han sido despedidos por un ERE de la propia cadena de televisión, luchan por la policía por entrar en el plató para interrumpir la grabación y la emprenden contra la unidad móvil desde donde se realiza el programa. Además unas fan enloquecidas han logrado el ADN de Adánez con el que van a chantajearle con una prueba de paternidad, Alphonso recibe cientos de amenazas de muerte por parte de un psicópata asesino que amenaza con liquidarle en el momento que entone, desde el escenario, la segunda estrofa de “Mi gran noche”…
La película es excesiva en todos los aspectos, una especie de fuegos de artificio, con traca final, que sobrepasa (y aplasta) al espectador. El guion tiene varios agujeros, pero poco importa porque el ritmo es tan endiablado que no da tiempo a pensar lo que te van contando, aunque eso sí, hay un sustrato sobre lo que es el mundo de la televisión, que se sale con la impresión que es absolutamente cierto. Raphael ha indicado en la conferencia de prensa del filme que "sin humor hoy no se puede vivir. Yo solo trabajé una vez en un programa de Nochevieja; Siempre ha actuado en programas de Nochebuena en los que el público es bastante diferente, más familiar. Mi público era más decente”.
El cantante ha adelantado que este año volverá a ser protagonista de un programa televisivo de Navidad, pero "mucho más diferente en el que haré duetos con actores y actrices”. Realmente Raphael solo interpreta una canción en el programa y una segunda en off durante los créditos finales. Ni siquiera “Mi gran noche” la canta él, sino su doble de luces. Para Álex de la Iglesia, "una de las cosas más bonitas de este filme ha sido juntar a un grupo de personajes en una situación límite. Cada actor en la película defiende su terreno, y esas fuerzas contrapuestas hacen que el edificio se sustente".
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