martes, 8 de septiembre de 2015

ANTONIO DE LA TORRE y ROBERTO ÁLAMO ruedan en MADRID el thriller QUE DIOS NOS PERDONE


El director Rodrigo Sorogoyen ("Stockholm") rueda por esos días en Madrid su según largometraje, "Que Dios nos perdone", un "thriller" con Antonio de la Torre y Roberto Álamo como inspectores de homicidios.


En entrevista concedida a la periodista Magdalena Tsanis para la Efe, el director ha hablado sobre el rodaje. Con un presupuesto mucho mayor, el respaldo de Tornasol Films, Atresmedia y Warner, y dos de los actores con más talento del cine español, "Que Dios nos perdone" es una película "mucho más grande, más larga y complicada", aseguró, comparando con el rodaje de "Stockholm".


De dos personajes, tres localizaciones en las calles de Madrid y unas 14 escenas con que contaba su anterior filme ha pasado a 180 escenas, 50 personajes y localizaciones en Madrid, Santander y Tenerife.


La trama de la cinta se sitúa en Madrid, en el verano de 2011. Los inspectores Alfaro (Álamo) y Velarde (De la Torre) buscan a un asesino en serie. El trasfondo, la crisis económica, el surgimiento del 15-M y la visita del papa en una ciudad "más caótica y violenta que nunca". "Si lo piensas, y aunque es una historia totalmente distinta, en el fondo hablamos de lo mismo, de los comportamientos violentos de las personas en las relaciones", apunta el director.


El rodaje está a punto de llegar a su ecuador, pero aún quedan más de cuatro semanas por delante. Justo antes de la entrevista han filmado un plano en el que los dos policías "rastrean sospechas y sospechosos" en un portal.


"Tenemos una relación interesante", señala Álamo a Efe sobre sus personajes. "El de Antonio tiende a la introversión y tiene un problema de disfemia (tartamudez), y el mío es lo contrario, expansivo e impulsivo, a veces un poco desastre, pero se complementan". Curiosamente, reflexiona después el ganador de un Goya por "La gran familia española", en la vida real es lo contrario. "Él es el expansivo, y yo más callado", dice señalando a su compañero, amigo y colega de trabajo desde hace casi dos décadas.


"Tenemos la misma manera de entender este oficio, somos amigos y estas cosas se notan. Estamos muy cómodos trabajando juntos", precisa De la Torre, ganador de otro Goya por "Azuloscurocasinegro" y nominado todos los años, hasta por duplicado.


Los dos tienen además experiencia como policías ficticios, en cine, teatro o televisión. "Los personajes de policía siempre tienen algo de sufridores. Es raro un poli al que todo le vaya bien, es un oficio muy puñetero", señala el protagonista de "Grupo 7".


"Pero desde el punto de vista operativo, el de 'Grupo 7' era más de calle, y este, aunque está en homicidios y en la calle, se mueve más en la investigación, en lo pericial, que en el cuerpo a cuerpo", compara.


Dos de las producciones más exitosas del año pasado, "La isla mínima" y "El Niño", fueron también cintas policíacas, pero tanto Álamo como De la Torre subrayan que lo importante, más allá de géneros y etiquetas, es que se hagan "buenas películas".


"Los 'thrillers' que han salido últimamente y que han tenido éxito son además buenas películas", subraya Roberto Álamo. "Ojalá lo que se ponga de moda -añade- sea hacer un cine arriesgado y de calidad".

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