En el año del 1987 fueron galardonadas las películas españolas producidas en el año anterior, y coincidió con la primera edición de los premio Goya, los máximos galardones cinematográficos españoles, otorgados por la Academia de Cine.
A los Goya se sumaron más siete diferentes premios otorgados por la crítica especializada y diversas agremiaciones, siendo ellos los otorgados por la revista Fotogramas, los Fotogramas del Plata, en su 37ª edición; los premios Paco Rabal, concedidos en la Semana del Cine Español de Murcia; los premios San Jordi concedidos por RNE; los premios de cinematografía de la Generalitat de Cataluña, que galardonaban el mejor del cine catalán, los premios Guía del Ocio; los Onda Madrid; y los premios ADIRCAE.
A comenzar por los premios Goya de mejor película, Fernando Fernán Gómez recibió el galardón de mejor película por “El viaje a ninguna parte”, y también el de mejor dirección, y guión. Las demás películas nominadas en esa categoría fueron “La mitad del cielo”, de Manuel Gutiérrez Aragón; y “27 horas”, de Montxo Armendáriz.
Curiosamente, Aragón y Armendáriz no fueron nominados a los premios Goya en la categoría de mejor dirección, teniendo la Academia de Cine optado por Pilar Miró, por “Werther”; y Emilio Martínez Lázaro, por “Lulú de noche”. Aún en la categoría de mejor dirección, Fernando Fernán Gómez comió el premio ADIRCAE, por “El viaje a ninguna parte”.
Tampoco sus guiones fueron nominados a los Goya visto que allá del premio a Fernán Gómez por el de “El viaje a ninguna parte”, en esa categoría estaban Pedro Beltrán, por “Mambrú se fue a la guerra” y José Luis Borau, por “Tata mía”.
“La mitad del cielo” recibió el premio Fotogramas de Plata de mejor película del año; y “El viaje a ninguna parte” se quedó con el premio San Jordi en esa categoría, dónde la de Aragón también estaba nominada. El cineasta Manuel Gutiérrez Aragón también acampó con su película los Bronce 86 del cine español, que concedió la revista Guía del Ocio en las categorías de mejor película y dirección. Fernando Trueba y Rafael Azcona recibieron el premio al mejor guión por “El año de las luces”, dirigida por Fernando Trueba, y Javier Aguirresadobe obtuvo el de mejor fotografía por “27 horas”.
En la 34ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, “La mitad del cielo” fue galardonada con la Concha de Oro; mientras que la Concha de Plata se quedó con “27 horas”. Ya en el Festival de Cine de Valladolid, “El disputado voto del señor Cayo”, de Antonio Giménez-Rico, ganó la Espiga de Plata de mejor película, allá del premio del público.
“Angustia”, de Bigas Luna, recibió el premio de mejor película por la Generalitat de Cataluña, dónde Jesús Garay fue elegido como el mejor director del 1987, por “Pasión Lejana”; mientras que “Tras el cristal”, de Agustí Villaronga, recibió el premio Paco Rabal de mejor opera prima.
Allá de “El viaje a ninguna parte”, Fernando Fernán Gómez protagonizó más dos importantes películas en ese año, que fueron “La mitad del cielo”, de Aragón, y “Mambrú se fue a la guerra”, dirigido por él mismo, recibiendo por esta última el premio Goya de mejor actor protagonista, terminando el actor con cuatro estatuillas en la primera edición de los máximos galardones. Aún por Mambrú se fue a la guerra”, Gómez recibió el premio de mejor actor de Guía del Ocio; por “La mitad del cielo” ganó el premio Onda Madrid; y por “El viaje a ninguna parte” el ADIRCAE de mejor protagonista.
Juan Diego, por “El Dragón Rapide”, de Jaime Camino, y Jorge Sanz, por “El año de las luces”, de Fernando Trueba, concurrieron a los premios Goya en la categoría de mejor actor, y fueron también nominados a los premios Fotogramas de Plata. En ese último galardón, las nominaciones se completaron con Nacho Martínez, por “Matador”, de Pedro Almodóvar, y Francisco Rabal, por “Tiempo de silencio” de Vicente Aranda.
En los premios San Jordi de la Cinematografía, Juan Echanove recibió el premio de mejor actor por “Tiempo de silencio”, y compartió el premio Paco Rabal, en esa misma categoría y por esa misma película, con Antonio Banderas, por “Matador”. En los premios San Jordi, aun fueron nominados como mejor actor Juan Diego, por “Dragón Rapide” y Sergi Mateo, por “La radio folla”, de Francesc Bellmunt. Por esa interpretación, el actor catalán también recibió el premio de la Generalitat.
En la categoría de mejor interpretación femenina del año, la grande ganadora de los premios Goya fue Amparo Rivelles, por “Hay que deshacer la cama”, de José Luis García Sánchez, pero la reina del año fue Ángela Molina, que por su interpretación en “La mitad del cielo”, recibió la Concha de Plata de mejor actriz en la 34ª edición de Zinemaldia; el premio Fotogramas de Plata; y el premio Guía de Ocio. La otra concurrente en los Goya fue Victoria Abril, por “Tiempo de silencio”, que también fue nominada a los premios Fotogramas de Plata.
Cuanto a ese último galardón, las demás nominadas en la categoría de mejor actriz fueron Chus Lampreave y Maribel Verdú, por “El año de las luces”; y Carmen Maura, por “Matador”. La actriz Asumpta Serná fue reconocida con el premio San Jordi de mejor actriz del año, por “Matador”, siendo que Margarida Lozano estuvo nominada por su interpretación en “La mitad del cielo”. Por su parte Lozano recibió el premio Guía del Ocio de mejor actriz de reparto. Por fin, la actriz catalana Nuria Hosta recibió el trofeo de mejor actriz de la Generalitat, por “La sossa del mar”, de Ventura Pons.
En 1987 la categoría de mejores actores de reparto solo tenía una forma de reconocimiento, a través de los Goya, y Miguel Rellán fue el primer actor a recibir ese galardón, por su trabajo en “Tata mía”. Los demás nominados fueron Agustín González, por “Mambrú se fue a la guerra”; y Antonio Banderas”, por “Matador”. Verónica Forqué recibió su primer Goya, ese año en la categoría de mejor actriz de reparto, por “El año de las luces”, ganando el premio de María Luisa Ponte, por “El hermano bastardo de Dios” y “Chus Lampreave, por “El año de las luces”.
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