jueves, 26 de septiembre de 2013

El donostiarra Luiso Berdejo presenta en San Sebastián su según largometraje “Violet”, en la sección Zabaltegui


El donostiarra Luiso Berdejo ha presentado hoy en San Sebastián su según largometraje “Violet”, en la sección Zabaltegui.


Tratase de un drama sentimental rodado en Santa Mónica, donde vive, y protagonizado por Leticia Dolera, Junio Valverde, Carlos Bardem y Ricardo Darín. "Para mí, lo sobrenatural es tan normal como la ensaladilla rusa", asegura el coguionista de la saga "REC", y de otras películas como "Tres60" e "Insensibles".


"Violet", una pequeña producción independiente que ha financiado él mismo, junto a Tatti Films y Kowalski Films, es su segundo trabajo detrás de las cámaras, después de debutar en Hollywood en 2009 con "La otra hija", de la mano de Kevin Costner e Ivana Baquero.


El protagonista de "Violet" es un chico español que vive en Santa Mónica, al igual que el propio Berdejo, quien lleva seis años viviendo en esa ciudad californiana, sin dejar de trabajar como guionista para la industria española. "Es requetepersonal todo, la verdad es que sí. No sé quien decía que, cuanto más personal es algo, más llega, porque es más honesto. Y otra cosa no sé, pero honesta sí que es" la película, asegura.


La fuerza de la voluntad, la confianza en uno mismo y la idea de que primero se encuentra y después se busca son los dos temas sobre los que gira el argumento, lo que también tiene bastante de personal. Sobre todo lo primero, teniendo en cuenta que Berdejo se pasó seis años intentando hacer una película en España, antes de emigrar y encontrar trabajo en Hollywood en tres meses. El caso es que, al final, la búsqueda y la persecución de utopías suelen llevar a otras cosas, como descubrir "el gozo del viaje hacia uno mismo", apunta, y también de eso va "Violet".


Para añadirle romanticismo, la película está rodada a la vieja usanza: en Súper-16mm, con algo de 35mm y de Super-8. "Me gusta mucho el fotoquímico, los procesos físicos y palpables, y me gusta saber que el movimiento no se rueda, sino que se ilustra con fotos que generan movimiento; prefiero 24 fotos por segundo que lo digital, que me deprime mucho y carece de credibilidad", explica.


Dice Berdejo, ante la pregunta de si mejor dirigir que escribir para otros, que él, principalmente, es guionista. "Vivo de lo que escribo y, cuando siento la llamada de la selva, dirijo", señala."No quiero dirigir para vivir, sino dirigir para vivir", añade, y hacer una película supone una gran "intensidad emocional", un desgaste del que se recupera escribiendo.


Sus proyectos actuales son una prueba de que en el cine cada vez hay menos fronteras: la adaptación de un cómic en Estados Unidos, un guión en España y varios en Latinoamérica.

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