"Lo que pasa en Perú pasa aquí y en todas partes. Y por eso la solución contra un robo a mano armada global como el que están haciendo tiene que ser global, tenemos que unirnos", defendió Carlos Bardem.
El actor presentó esta mañana “La deuda” (tráiler oficial aquí), la tercera película en competición oficial del Festival de Málaga, una cinta que denuncia "la gran estafa" del sistema financiero mundial. "Y ese es el tipo de cine que me interesa, el que habla de cosas importantes", añadió. El actor se pone aquí a las órdenes del debutante en el largometraje Barney Elliott, que comanda un reparto internacional con nombres como Alberto Amman, Stephen Dorff y David Strathairn.
Esta coproducción refleja con crudeza las consecuencias que derivan de la compra de bonos de deuda del Estado peruano por unos fondos de inversión de EE UU. Barney Elliott conoció lo que sucedía a través de su mejor amigo.
"Legalmente en los negocios podemos hacer muchas cosas que yo no sabía que se podía. Cuando oí esta historia no podía creer que mi amigo estaba extorsionando al Gobierno. Pero cuando hablé con él, me dijo que no era así, que todo lo que hacía era totalmente legal y que estas cosas pasan en todos los lugares, todos los días, en todo el mundo", detalló el director norteamericano, que se esforzaba por hablar en español durante la rueda de prensa.
“La deuda” presenta tres historias paralelan que finalmente encajan a la perfección, historias que reflejan cómo las decisiones de unos desde un rascacielos de Nueva York repercuten directamente en un pequeño pueblo de los Andes que vive de la agricultura. "Quería algo bien humano y real", explicó sobre la elección del casting peruano, uno de los aciertos de la película.
El actor norteamericano Stephen Dorff encarna a ese tiburón de altas finanzas que, en principio, parece dispuesto a todo por tal de cerrar un trato beneficioso. "Sabe ser generoso, ha sido muy fácil trabajar con él", resaltó Bardem. Amman es, por su parte, el 'alter ego' del director, esa persona cercana al hombre de negocios que se resiste a creer que las cosas sean así. "Encarna esa ingenuidad de la clase media que aspira a subir y que se ha comprado las lucecitas de colores del modelo de la competitividad, el prestigio... en vez de pensar que a costa de qué", apuntó. "Tú eres un buen mí", apostilló Elliot.
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