lunes, 20 de abril de 2015

El director ZOE BERRIARTÚA presenta LOS HERÓES DEL MAL en la SECCIÓN OFICIAL del FESTIVAL DE CINE ESPAÑOL DE MÁLAGA


El realizador Zoe Berriartúa entra hoy en competición al XVIII Festival de Málaga Cine Español con una inquietante cinta sobre el amor y la amistad entre adolescentes que pone los pelos de punta: "Los héroes del mal" (tráiler aquí), un relato de violencia que, además, está basado en experiencias propias del director.


Berriartúa explica que "cuando eres adolescente, se crea un vínculo con los amigos en donde ya no importa nada más, todo es intensísimo; si tu amigo se encuentra mal eres capaz de recorrer el mundo, de bajarte de un coche en marcha, para que esté bien". "Este vínculo amistoso, amoroso, es el tema de la película; la violencia es el McGuffin (la excusa) para contar una historia de amor y de amistad, romántica en el sentido más real, oscura, y con bastante tensión emocional", concede el debutante madrileño.


Es la historia de tres adolescentes aparentemente víctimas de la humillación, del maltrato y de la incomprensión; son los 'raros' del grupo, los inadaptados, que finalmente se buscan y se encuentran y resuelven su situación de la peor manera posible: dejándose llevar por sus instintos más agresivos.


Explica Berriartúa que ha basado el guion en experiencias biográficas, "no autobiográficas -aclara-, pero digamos que he tenido malas compañías". Así, tanto el turbio Aritz (Jorge Clemente) como Sarita (Beatriz Medina) "existieron" en la vida de Berriartúa, que sería Esteban (Emilio Palacios), su alter ego, pero "todo magnificado con más crimen del que había, ¿eh?, porque si no, mal asunto", se ríe.


"Me planteé escribir, al pensar qué puedes hacer cuando convives con una persona agresiva, enferma mental, un psicópata y eres menor de edad, porque la ley no hará nada hasta que tenga 18 años", apunta.


Pero no es esta, o no pretende ser, una película de denuncia social, porque su director está en contra de los oportunistas que utilizan esto para "llevarse subvenciones"; en este caso, asegura, "no lo he elegido porque sea un tema candente, parte de una inquietud personal porque lo he vivido".


Cuenta que, en esos diez años, estuvo buscando una financiación que no encontró; hace ocho decidió empezar sin dinero y aquellos primeros planos "los vieron Álex de la Iglesia y Kiko Martínez de 'Nadie es perfecto' y gracias a ellos pudimos terminar la película, y en condiciones óptimas".


"Mi padre es director de cine, aunque él empezó diez películas y acabó una. Yo no quería hacer cine de 'guerrilla', como él, quería que esta película tuviera un presupuesto importante, por eso he esperado tanto", explica.


Lejos de lamentarse de la situación, Berriartúa opina que, en sus circunstancias, vivir esta época de crisis es "lo mejor que le podía pasar". "En el cine hay lobbys, clanes; siempre ha habido unas tortas importantes para abrirse un hueco en la industria y es muy difícil acceder a ayudas y que confíen en ti. Hoy, hacer una película sin presupuesto o con pocos medios es legítimo y antes no lo era", considera.


Berriartúa apunta con pasión que "hay un cuarto personaje, la música clásica", con piezas elegidas con mimo y precisión, que aclaran y ayudan a entender el interior de los personajes. "Procofiev, Sibelius, Vivaldi, Khatchatourian -enumera-. Me encanta tener esta hermosa colección de cadáveres en mi película".


El madrileño afirma que, en sus "fantasías más absurdas", soñaba que Álex de la Iglesia le producía la película y que la estrenaba en el mejor Festival de Cine español: "Pues he tenido un golpe de suerte maravilloso, porque estoy aquí, en Málaga, y es aquí donde se está levantando el mejor cine español.

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