El director mexicano Michel Franco analiza el miedo a envejecer y la ruptura de los lazos familiares en la película “Las hijas de Abril”, protagonizada por Emma Suárez. La cinta participa en la sección Horizontes Latinos de la 65 edición del Festival de San Sebastián.
Según ha indicado el director este lunes 25 de septiembre durante una entrevista concedida a Europa Press, esta historia nació del interés por estudiar la necesidad de hombres y mujeres de no envejecer así como los problemas que eso conlleva.
En esta película, Premio del Jurado en la pasada edición del Festival de Cannes, Franco cuenta la historia de Valeria, una adolescente de 17 años que se queda embarazada y que ha evitado que su madre, a la que no ve, se haya enterado de la noticia. Sin embargo, su hermanastra la avisa y ella acude para ayudar a su hija con la llegada del bebé.
Franco (“Después de Lucía”) ha afirmado que le gustan los personajes jóvenes porque cuando están en ‘una etapa formativa’ es interesante analizarla. ‘Es cuando uno toma decisiones que van a tener consecuencias el resto de la vida’, ha dicho.
Esta es la primera película para los actores que rodean a Emma Suárez: Ana Valeria Becerril, Hernán Mendoza y Joanna Larequi. Franco ha indicado que ‘la clave está en no imponerles y no buscar que representen algo preconcebido por el director’.
En cuanto al papel de Emma Suárez, Franco ha explicado que Abril es ‘una mujer que no se hace responsable de las consecuencias de sus actos ni las calcula, sino que busca la satisfacción y cumplir sus fantasías’, aunque ha precisado que ‘no es una mala mujer sino que tiene huecos emocionales’.
A su juicio, Suárez es ‘la mejor actriz de habla hispana’ y cree que está ‘en el mejor momento de su carrera por toda la experiencia que tiene’ y la ‘confianza que tiene en sí misma’, y sin embargo es ‘muy humilde, generosa y trabajadora’.
‘Me interesa explorar el papel de la mujer en la sociedad, porque se le exige demasiado, que sea perfecta madre, que se mantenga guapa y atractiva y joven, que sea profesional, mientras que el hombre tiene más libertad’, ha dicho el cineasta mexicano, quien agrega que ‘las mujeres van ganando terreno pero a un paso muy lento’, cuando ‘debería ser más justo y equitativo’.
En este sentido, y preguntado por la escasez de directoras, ha indicado que ‘el cine es el mejor ejemplo para hablar de lo poco representadas que están las mujeres y lo injusto que es’.
Esta película, en su opinión, tiene que ‘mover’ el estómago de la gente porque no le gusta hacer películas ‘ni demasiado intelectuales ni demasiado emocionales hacia los sentimientos fáciles, sino dejar una impresión fuerte que no se olvide’, de manera que uno siga pensando en la cinta y despertando sensaciones ‘incluso meses después’’.
Preguntado por la posibilidad de crear una industria iberoamericana de cine fuerte, Franco ha indicado que la identidad y realidad de cada país es diferente, pero cree que debería haber más interés, y no solo por el cine sino por lo que sucede en los países vecinos. ‘Hace falta más solidaridad’, ha dicho.
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