Mientras recibió su Goya de mejor actriz de reparto por su trabajo en la película de Cesc Gay Una pistola en cada mano, la catalana Candela Peña ha hecho un discurso, en lo mínimo incendiario.
En su charla, ha criticado el sistema sanitario del País, mencionado que "Hace tres años que no trabajaba. En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo y le teníamos que llevar el agua".
Y continuó: "En estos tres años ha nacido un hijo de mis entrañas y no sé qué educación pública le espera [...] Esta alegría no me la amarga nadie y os pido trabajo. Tengo un niño que alimentar".
Poco después, el director del Hospital San Lorenzo de Viladecans, Jordi Monedero, hablaba en ABC Punto Radio mostrándose sorprendido por las palabras de Peña, afirmando que hay “mantas para los enfermos, bebida y agua también que se da a los enfermos en todas las comidas del hospital”. Tampoco le consta que hubiera reclamación por escrito alguna en este sentido, de modo que la polémica está servida.
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