En su debut en la pantalla grande, el catalán Eduard Fernández fue nominado a los premios Goya, en la ceremonia del 2000, como mejor actor revelación por su personaje Miguel en “Lobos de Washington”, película dirigida por Mariano Barroso.
Pues coincidentemente, ese año Fernández vuelve muy fuerte en las quinielas a los máximos galardones, en la categoría de actor principal, justamente por una película rodada por el propio Barroso, quién lo descubrió, y de esa vez en la comedia “Todas las mujeres”.
La he asistido en Málaga, en ese año, dónde fue presentada en la sección oficial, fuera de concurso. Fue la suerte de Mario Casas (quién recibió el premio de mejor actor por “La mula”, en el certamen), pues Fernández hace la fiesta con la historia de Nacho, un veterinario irresponsable, mentiroso y sin ninguno escrúpulo, y su relación con las seis mujeres que lo cercan.
Fernández domina todas las escenas y hace una interpretación antológica, incluso con derecho a monologo con un sillón. La falta de moralidad de Nacho es increíble, ha mentido tanto que no tiene más como salir del mundo fantasioso que ha creado, sin enfrentar a nada ni a nadie, creyendo que la culpa de todo es siempre del mundo exterior.
“Todas las mujeres” podrá se convertir en la octava nominación de Eduard Fernández a los premios Goya, galardón ese que ya recibió por dos ocasiones: mejor actor, por “Fausto 5.0” y mejor actor secundario por “En la ciudad”.
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