La Sección Oficial Albar del FICX acogió el estreno mundial de "A la cara", segundo largometraje de Javier Marco. El cineasta retoma aquí su premiado cortometraje homónimo —ganador del Goya en 2021— y vuelve a reunir a su aplaudida pareja protagonista: Sonia Almarcha y Manolo Solo, acompañados en esta ocasión por Roberto Álamo. La película, una coproducción entre España y Bélgica, expande la premisa original para explorar un tema de absoluta actualidad: la impunidad del insulto en las redes y los inesperados vínculos que pueden surgir entre dos personas heridas.
Marco estuvo acompañado en la rueda de prensa por buena parte del equipo: los intérpretes Sonia Almarcha y Manolo Solo, la coguionista Belén Sánchez-Arévalo, y la productora y distribuidora Odile Antonio-Baez de Pecado Films.
El origen del largo fue, como explicó Marco, menos planificado de lo que podría parecer. A la cara nació como un cortometraje autocontenido que no aspiraba a convertirse en un largo. Pero tras el impacto del corto en festivales y su inesperada resonancia social, surgió la pregunta: '¿Qué pasaría si llevamos más lejos a Pedro y a Lina?'
Durante el confinamiento de 2020, Marco y Belén Sánchez-Arévalo comenzaron a escribir, no para extender artificialmente la historia, sino para descubrir qué ocurriría si estos dos personajes —una periodista famosa marcada por el duelo y un hombre cualquiera que distribuye odio por redes sociales, ambos atravesados por el peso de sentirse 'malos padres”— se vieran obligados a convivir.
'Ya no queríamos hablar solo de redes sociales, sino de cómo una convivencia extraña puede resultar sanadora para dos personas rotas', explicó el director. El equipo temía que el largometraje fuera un 'corto alargado', pero pronto se hizo evidente que la película emprendía un camino propio.
Tanto Sonia Almarcha como Manolo Solo subrayaron lo 'emocionante y desconcertante' que fue regresar a estos personajes después de cinco años. El equipo creativo trabajó con versiones sucesivas del guion —algunas muy diferentes entre sí— enviadas periódicamente a los actores.
'Siempre estábamos vinculados al proyecto —recordó Almarcha—. Cada cierto tiempo nos llegaba una versión nueva. Y no nos íbamos ni con agua caliente'. La rescritura final, realizada en una intensa etapa de trabajo conjunto en la productora, fue clave para afinar matices, construir nuevas dinámicas y desprenderse del molde del cortometraje. 'Los personajes ya no eran los mismos», recalcó Solo. «Había que dejarlos evolucionar y preguntarnos de verdad quiénes eran ahora'.
El actor destacó también la flexibilidad y confianza mutua: 'Nos conocemos dentro y fuera de cámara. Eso nos permitió meternos en el fango y ver hasta dónde podía llevarnos esta historia improbable'.
El proceso de escritura se benefició del hecho excepcional de pensar el guion con dos intérpretes ya encarnados en los personajes. Marco confesó que normalmente evita escribir pensando en actores concretos, pero en este caso los diálogos «nacían ya con su voz'.
Los ensayos, largos y muy abiertos, permitieron que las aportaciones de Almarcha, Solo y Álamo se integraran en el texto. «La historia iba hacia arriba gracias a toda esa conversación creativa», apuntó Marco.
En contraste con el corto, donde el personaje de Manolo Solo trabajaba en una fábrica, el largometraje lo sitúa ahora en un museo. 'Tuvimos varias vidas posibles para él —bromeó Sonia Almarcha—. Al final elegimos la que mejor abría su arco emocional'.
Aunque "A la cara" aborda asuntos complejos —el duelo, el suicidio, la violencia verbal y simbólica—, el equipo insistió en su voluntad de iluminar un resquicio de esperanza. 'Queríamos que el personaje de Manolo encontrara, gracias a lo vivido, una forma de acercarse a su hija', explicó Marco. 'La película es dura, pero también propone un gesto de reconciliación'.
El relato gira así en torno a encuentros improbables: personas que, en circunstancias normales, nunca se cruzarían, pero que al desprenderse de sus máscaras —o de sus perfiles digitales— descubren espacios de vulnerabilidad compartida.
Jaier Marco expresó su emoción por estrenar mundialmente "A la cara" en Gijón, un festival que considera «muy importante» en su recorrido como espectador y cineasta: 'Aquí han pasado directores que para mí son referentes, como Kelly Reichardt o Kaurismäki. Presentar mi película en este espacio es cerrar un círculo muy bonito'.
La productora Odile Antonio-Baez subrayó el vínculo del equipo con el FICX: 'Es un festival que ha apostado siempre por el cine independiente y por primeras obras. Estar aquí, junto a un programa tan potente, es un orgullo enorme'.
El equipo continuará conversando con el público en el encuentro que tendrá lugar esta misma tarde tras el pase oficial del Teatro Jovellanos.

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